Ella vino
a cazarme; a ella también la arrastraron acá abajo
atada como una presa. Y después, libre,
la cazada se volvió cazadora. Vino
por laberintos de piedra que gastaron sus pasos, vino
al trueno asombroso & al tambor de su
Nombre, el MANTRA DE LA LOBA, resonando
entre los muros planos de laja
las huellas
los pasos de la Loba
la Loba
tamborileaban. Vino a cazar, pero no me quedé
a que me cazara. En lugar de eso
me fui. en silencio
Con los chicos a la rastra.
ella vino, siguió, no me
persiguió.
Caminó con paciencia detrás de mí como un
perro callejero. Vino a cazar, anduvo
por ese piso de piedra gastada
siguiéndome de cerca, uno o dos
pasos atrás.
Me di vuelta para enfrentarme
para enfrentarla
a Ella:
con el aro de piel
acentuando lo puro de su cabeza.
ella-la-que-debió-haberme-devorado
se quedó ahí, paciente
reconociblemente
diosa.
Protectora
gran bestia
mística de los bosques de Europa.
guerrera verde, vigía.
perra mansa y guardiana
c/ quien dejar a los hijos.
Madre & hermana.
Yo misma.
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