sus venas brillaron como ríos
sobre la carne,
ríos azules moviéndose
en las nieves del torso, ella se reclinó
junto al fuego acurrucada entre pieles
¿En los túmulos o
en la casa subterránea?
Sin ventanas, el humo
se enroscaba como bruma en las colinas, había
un umbral de piedra que ambos
tuvieron que atravesar.
Y pudiste calmar tu sed en ella.
Versión en castellano de Sandra Toro
DIANE DI PRIMA (de "Loba", Penguin Books, 1998)
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